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unos cuervos jugando entre ellos por lo que parece. Eran negros como el carbón y me miraban a veces con unos ojos negros como perlas negras en el agua. Un terror invadió mi cuerpo de cabeza a pies.
Ahí estaba la chica que yo había visto espiándome la semana pasada.
¿Qué hacía sentada en la ventana de mi habitación? No me atrevía a decirle nada, pero ¡si estaba en mi habitación!
Me acerqué sigilosamente hacia ella, con cuidado de no asustarla. Pero ella ya sabía que yo estaba allí, así que cuando menos me lo esperaba saltó por la ventana y desapareció.
No me lo podía creer, allí estaba ella, era esa hermosa mujer pelirroja, de piel blanquecina, con las mejillas sonrojadas, que ya había visto antes.
Nos solíamos encontrar en el autobús, cuando yo iba al trabajo, supongo que ella también iría a trabajar. Nunca le había preguntado su nombre, pero en aquel momento sin pensarlo ni un instante fui y le pregunté por su nombre; Ella muy amablemente me respondió diciendo…
Adrián Muñoz Tomás
Soy un Ciborg modelo N34Z con una misión, evitar que te maten!
Y yo que he hecho para que me quieran matar.
Vengo del futuro de la embajada Española concretamente. Los embajadores rusos te quieren matar debido a que con tu celebro congelado hicieron un Ciborg para que mateses a importantes rusos del gobierno y para evitarlo te mataran en el pasado. Ve preparándote…
Cuando abrí la puerta, estaba allí, junto a la ventana, mirando a través de la cortina una niña llamada Kirito. A Kirito le fascinaba bañarse en el mar, la piscina y hasta en el rio. Pero le gustaba más ir al mar. No obedecía a sus padres y no hacia sus tareas. Se estaban volviendo muy desobediente.
Un día cuando nadaba en el mar quiso bajar al fondo, y bajó. Estaba muy contenta nadando por el fondo del mar, pero entonces le pareció ver algo moverse a unos cuantos metros de ella, y decidió ir a ver que era. Aquella sombra que se movía desesperadamente era una foca que se había quedado atrapada en una antigua y podrida red de pesca. Al salvar a la foca, el animal cogió cariño a Kirito y se hicieron amigos. Era muy feliz, ya que se pasaba la mayor parte del día con él, pero una tarde se paró a pensar en sus padres y amigos, y en ese momento sintió tristeza y decidió volver con ellos, pero cuando llegó a casa se dio cuenta de que sus padres no estaban.
Sus padres la estaban buscando por la playa, y como no la encontraban cogieron un bote y salieron a buscarla a mar abierto. Kirito estaba desesperada pero entonces llegó su amigo acuático y le ayudó a encontrar el bote en el que iban sus padres.
El encuentro fue emotivo y feliz.
FIN.
Cuando abrí la puerta, estaba allí, junto a la ventana, mirando a través de la cortina una niña llamada Kirito. A Kirito le fascinaba bañarse en el mar, la piscina y hasta en el rio. Pero le gustaba más ir al mar. No obedecía a sus padres y no hacia sus tareas. Se estaban volviendo muy desobediente.
Un día cuando nadaba en el mar quiso bajar al fondo, y bajó. Estaba muy contenta nadando por el fondo del mar, pero entonces le pareció ver algo moverse a unos cuantos metros de ella, y decidió ir a ver que era. Aquella sombra que se movía desesperadamente era una foca que se había quedado atrapada en una antigua y podrida red de pesca. Al salvar a la foca, el animal cogió cariño a Kirito y se hicieron amigos. Era muy feliz, ya que se pasaba la mayor parte del día con él, pero una tarde se paró a pensar en sus padres y amigos, y en ese momento sintió tristeza y decidió volver con ellos, pero cuando llegó a casa se dio cuenta de que sus padres no estaban.
Sus padres la estaban buscando por la playa, y como no la encontraban cogieron un bote y salieron a buscarla a mar abierto. Kirito estaba desesperada pero entonces llegó su amigo acuático y le ayudó a encontrar el bote en el que iban sus padres.
El encuentro fue emotivo y feliz.
FIN.
"Elena" me contestó la joven con una dulce voz. Durante el trayecto, mantuvimos una conversación y poco a poco nos fuimos conociendo. Hablamos sobre cosas sin importancia y nos contamos rumores que corrían entre los pueblerinos.
Gracias a esto, me enteré de que llevaba viviendo en el pueblo desde hacía 5 años, casualmente lo mismo que yo. Me resultó un tanto extraño, pues no recordaba haberla viso nunca.
"Elena" me dijo la joven con una dulce voz. Durante el trayecto, mantuvimos una conversación y poco a poco nos fuimos conociendo. Hablamos sobre cosas sin importancia y nos contamos habladurías que corrían por el pueblo.
Gracias a esto, me enteré de que llevaba viviendo en el pueblo desde hacía 5 años, casualmente lo mismo que yo. Me resultó un tanto extraño, pues no recordaba haberla visto nunca…
De repente, un graznido suyo me sacó de mi ensimismamiento y me di cuenta de que ella ya no estaba allí.
Corrí hacia la ventana, me asomé y pude contemplar con gran estupor cómo aquella chica se convertía en un hermoso lobo que huía del lugar.
antes. Realmente la venía observando durante nuestros trayectos en autobús pero sólo desde hacía unos 3 meses. Antes de eso, su presencia había pasado inadvertida para mí, si es que me la había encontrado antes de aquello.
No había que cerrar el relato.
así que haz el favor de no perder el tiempo con preguntas absurdas. Prepara tus cosas. Nos vamos. Los rusos no tardarán en llegar…
Su semblante era triste, apagado, sin expresión. Me producía un dolor muy intenso y profundo no poder ayudarla. Me esforcé por esbozar una sonrisa y me acerqué a ella.
?
-¿Cómo te encuentras hoy, mamá?
Así es. Aquella mujer de la ventana era mi madre. Des de hacía tres años sufría aquella enfermedad tan rara. Hoy era el día que peor estaba, ni siquiera la podía escuchar hablar. Así que decidí llamar al médico y cuando vino dijo…
Antes por la zona, estaba totalmente enamorado de esa joven llamada Elena. Todas las noches soñaba con ella y esperaba ansioso que llegara el día siguiente para poder hablar con ella en el autobús. Fue extraño, pero al día siguiente no apareció por allí, pensé que era casualidad, pero pasaban los días y no conseguia verla…
Cuando llegué a casa me desplomé sobre el sofá, cansada, no estaba acostumbrada a dar esos paseos. Me puse a pensar. ¿Cómo no podía haberla visto? Llegó a este pueblo el mismo año que yo, y por si fuera poco vivía a dos calles de mi casa.
Me desperté sobresaltada, noté la presencia de alguien, pero por mucho que mirara no veía a nadie, dos dudas me recorrían el pensamiento ¿Quien podría haber sido? y más importante aún ¿Como habría entrado?…
que era cuestión de días, que su sufrimiento iba a acrecentarse de manera exponencial y que la única alternativa que le podíamos ofrecer era la sedación terapéutica.
Tras escuchar las palabras del médico, me derrumbé. Era incapaz de imaginar mi vida sin mi madre, entonces recordé aquel mensaje. Era mi única posibilidad.